Les Juliettes y Julieta
Elena e Irene son diseñadoras de zapatos para hacer realidad un deseo, crear su propia marca de calzado. Ninguna de las dos estudió diseño ni arte durante sus primeros años de formación, de hecho, Elena se decantó por la informática e Irene por la enfermería.
Pero tras las oleadas del Covid que arrasaron con mucho y, se llevaron por delante la ilusión de una de ellas en su profesión y a la mujer que más les inspiró en su vida, decidieron crear Les Juliettes.
Empezó su proceso creativo, y empezaron a estudiar y a formarse en diseño en el IED (Istituto Europeo di Design).
Nacidas en Benicàssim, un pueblo costero de la Comunidad Valenciana, crecieron en una familia obrera en la que sus padres necesitaban ayuda para poder trabajar y ahí entra el protagonismo de Julieta, su abuela paterna, quien fue la encargada de asumir el cuidado de las dos niñas.
Ambas tenían especial fijación por los zapatos de Julieta, y por un pasillo que les parecía inmenso, desfilaban y jugaban a ser ella con sus zapatos, sus vestidos y sus joyas... Años después volverían a aquella casa y se sorprenderían al ver que aquel pasillo infinito no tenía más de 20 metros.
Con esta complicidad y estos juegos, nació una pasión que con los años llevó a adquirir piezas de zapatos que les enamoraban y a construir una gran colección. Un tiempo después, surgiría la idea de crear sus propios zapatos y con ello nacería su marca.
El nombre de Les Juliettes surge como homenaje a su abuela, porque Irene y Elena tienen una cosa clara y es que, mientras sigan pensando en ella, seguirá existiendo. Y la razón por la que Les Juliettes lleve dos “T” es porque entre ellas utilizan un apodo cariñoso en el que predomina esta consonante.
Y así, sin más, nacieron Les Juliettes.
Fotos de carrete Les Juliettes y Julieta.